En el Mundo / América del Norte, un hombre fue acusado de conducir ebrio después de estrellar su camioneta y derramar 11.000 salmones en una carretera en Oregón.

Otro fue grabado secretamente por su esposa, quien estaba convencida de que era un alcohólico en secreto.

Y en Bélgica, un trabajador de una cervecería fue detenido recientemente y sometido a una prueba de alcoholemia, que indicó que su nivel de alcohol en sangre era más de cuatro veces el límite legal.

El problema? Ninguno de esos hombres había estado bebiendo: todos fueron diagnosticados con una rara condición conocida como síndrome de auto-brewery, en la que el intestino de una persona fermenta carbohidratos en etanol, produciendo efectivamente alcohol dentro del cuerpo.

Hay algunos ejemplos de personas que tienen lecturas de alcohol en sangre significativamente por encima del límite sin haber consumido una gota de alcohol.

Esta semana, el hombre en Bélgica fue absuelto de un delito de conducir ebrio.

El tribunal descubrió que no era un bebedor; su cuerpo estaba fabricando su propia cerveza.

Es el último giro en el foco para este extraño trastorno, que periódicamente aparece en titulares después de un caso particularmente extraño o grave.

La mayoría de incidentes involucran acusaciones de conducir ebrio, cuando personas que tienen el trastorno, conocido como ABS, se ponen al volante creyendo que están sobrios.

Las reacciones a tales defensas a menudo van desde admirativas hasta despectivas, pero los médicos y la ciencia han respaldado desde hace mucho tiempo que la extraña condición sí existe.

La condición ha sido estudiada en cierta medida durante más de un siglo.

Cuando una persona con el síndrome ingiere carbohidratos, los hongos en su tracto gastrointestinal lo convierten en etanol.

El proceso trae consigo todos los efectos normales de la embriaguez: falta de coordinación, pérdida de memoria, comportamiento agresivo, sin el consumo de alcohol.

Quizás lo más desconcertante es que el trastorno puede causar niveles de alcohol en sangre en personas que serían letales si se alcanzaran convencionalmente.

Una mujer, que fue detenida en Nueva York y sometida a una prueba de alcoholemia después de tener un neumático desinflado, midió 0.4, un nivel que se considera potencialmente mortal.

Mientras muchas personas con la condición sí exhiben los efectos más tradicionales del consumo de alcohol, otras han sido conocidas por comportarse mayormente sobrias, incluso cuando las pruebas muestran que claramente no lo están.

En Bélgica, el trabajador de la cervecería, un hombre de 40 años que desea permanecer en el anonimato, según su abogado, fue detenido por la policía en abril de 2022 y registró un nivel de alcohol en sangre que era más de cuatro veces el límite legal.

Un mes después, fue detenido nuevamente y registró más de tres veces el límite.

Fue la tercera vez que el hombre fue citado: había sido detenido y multado por conducir bajo la influencia en 2019. No sabía que tenía ABS hasta su última acusación: pruebas administradas por tres médicos confirmaron que tenía la condición y validaron su afirmación en el tribunal.

"Creo que de alguna manera se sintió aliviado de finalmente saber qué le pasaba", dijo el abogado del hombre, Anse Ghesquiere.

Su cliente ahora sigue una dieta estricta y recibe tratamiento médico para evitar recaídas y manejar la condición.