Un empresario australiano está uniendo a cinco familias reales en el Golfo para crear un estudio de cine de 3.1 mil millones de euros en la costa del Mar Arábigo.

Imagen relacionada de nueva iniciativa en el mundo del cine en el golfo persico

En el mundo / Oriente Medio, Publicidad

Dubái: Un empresario australiano que alguna vez intentó facilitar la venta del equipo de rugby Manly Sea Eagles a inversores cataríes está uniendo a cinco familias reales del Golfo en una iniciativa de estudio de cine de 3.1 mil millones de euros en la costa del Mar Arábigo.

Presentando el proyecto como un antídoto al prolongado cierre de Hollywood, el empresario de Sídney, Michael Ibrahim, ha conseguido financiación de los miembros de familias reales de Catar, Omán, Abu Dabi, Dubái y Arabia Saudita, con planes ambiciosos para comenzar la construcción del estudio en abril de 2024.

El lugar propuesto en Duqm, Omán, se extiende sobre 45 hectáreas, con impresionantes vistas costeras y dramáticos acantilados de roca.

Tal vez lo más importante, la zona se encuentra dentro de la Zona Económica Especial de Duqm, donde las empresas disfrutan de una exención de impuestos durante 30 años, sin restricciones de divisas y repatriación del 100% de las ganancias.

El empresario de Sídney, Michael Ibrahim, dice que 'Arabiawood' llega al Golfo.


Crédito: Rhett Wyman

'Tenemos Hollywood, tenemos Bollywood, y ahora viene Arabiawood', dijo Ibrahim, con sede en Vaucluse, quien ha realizado negocios en materias primas y propiedades entre Australia y Oriente Medio durante 23 años.

Él posee el 10% de Arabiawood y será su director ejecutivo.

'Con la prolongada huelga que ha paralizado a Hollywood durante gran parte de este año y sin una solución a la vista, las grandes estrellas de éxito y todos los involucrados en la industria de la producción cinematográfica necesitan buscar en otro lugar para su seguridad económica', dijo Ibrahim.

'Tuve la idea con uno de los príncipes... Inshallah, estamos tratando de convertirla en realidad'.

Según Ibrahim, el proyecto dependerá de la fuerte fuerza laboral británica, australiana y estadounidense residente en Dubái, mientras se espera que las compañías de producción también viajen con su equipo preferido.