La BBC permitirá que el representante de Reino Unido en el próximo Festival de la Canción de Eurovisión continúe expresando sus opiniones políticas a pesar de la controversia por antisemitismo. Olly Alexander, anunciado la semana pasada como el concursante británico por el canal nacional, fue criticado tras revelarse que había firmado una carta calificando a Israel como un 'régimen de apartheid' y condenando la 'propaganda sionista'. La corporación de radiodifusión confirmó que el cantante de 33 años, conocido por su participación en la banda Years and Years, no tiene ninguna responsabilidad sobre su uso de las redes sociales debido a que no es empleado ni colaborador independiente. Por tanto, podrá dar su opinión sobre asuntos políticos, incluyendo el conflicto entre Israel y Gaza, si así lo desea.

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La BBC permitirá que Olly Alexander, el representante de Reino Unido en el próximo Festival de la Canción de Eurovisión, continúe expresando sus opiniones políticas, a pesar de la controversia generada por sus comentarios sobre el antisemitismo.

Recientemente se descubrió que Alexander había firmado una carta en la que calificaba a Israel como un 'régimen de apartheid' y condenaba la 'propaganda sionista', lo que generó críticas y peticiones para que fuera reemplazado como concursante.

Sin embargo, la corporación de radiodifusión ha confirmado que el cantante de 33 años no se encuentra sujeto a ninguna responsabilidad en cuanto a sus publicaciones en redes sociales, ya que no es empleado ni colaborador independiente de la BBC. De acuerdo con las pautas oficiales, los artistas y comunicadores que trabajan para la BBC no están obligados a mantener imparcialidad en sus redes sociales.


Por lo tanto, Alexander podrá seguir expresando sus opiniones sobre asuntos políticos, incluyendo el conflicto entre Israel y Gaza.

La decisión ha generado críticas y polémica, con organizaciones judías denunciando los comentarios de Alexander y elogios a su participación en el festival de música.

Se espera que su presencia en Eurovisión provoque debates en torno a la libertad de expresión y al equilibrio entre las opiniones políticas y la neutralidad en eventos internacionales de esta magnitud.