La muerte de Twix el gato ha generado una gran indignación en Rusia, destacando la necesidad de un escape emocional en tiempos de guerra.

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En Moscú, la tragedia ha conmocionado a Rusia durante días.

Los diputados federales convocaron un comité especial y se inició una investigación mientras cientos de voluntarios buscaban a la víctima en temperaturas bajo cero, y los medios de comunicación estatales transmitían actualizaciones en directo sobre las consecuencias.

Finalmente, la víctima, Twix el gato, fue encontrada muerta.

Escape inesperado: La muerte de Twix el gato ha galvanizado a los rusos.

Crédito: Internet

Un clamor nacional por la muerte de una mascota que fue arrojada por error desde un tren de larga distancia por un asistente, ha puesto de relieve tanto los límites como la demanda de un desahogo emocional en la Rusia en tiempo de guerra.

Una encuesta nacional encontró que aproximadamente dos de cada tres rusos estaban familiarizados con Twix, una proporción muy alta en un país donde la gente cada vez se desentiende de las noticias negativas, como la guerra en Ucrania, según Denis Volkov, director del mayor centro de encuestas independiente del país, el Centro Levada, que llevó a cabo la encuesta.

Una combinación de propaganda, represión de la disidencia y fatiga pública debido a la guerra inconclusa ha convertido a las curiosidades de Internet en un foco de atención nacional durante días, incluso semanas.


El mes pasado, un video de un influyente ruso lanzando a su bebé de dos meses en un montón de nieve en un aparente acto publicitario recibió miles de comentarios, la mayoría de ellos negativos, y llevó a una investigación criminal.

Parte catarsis, parte teatro político, eventos como la muerte de Twix están brindando a los rusos raras oportunidades de desahogarse y conectarse con personas de ideas afines sin enfrentarse a la policía o a la censura.

“La gente está cansada de las adversidades políticas, y aquí tienes a una criatura indefensa que ha creado toda esta resonancia”, dijo Olga Kudriashova, una jubilada que organizó una búsqueda de una semana de Twix, un macho pelirrojo de cuatro años, en la capital provincial de Kirov, donde las temperaturas alcanzaron los menos 30 grados Fahrenheit por la noche.

“Es la injusticia de todo esto, la indignación”.

El gobierno del presidente Vladimir Putin ha entendido desde hace mucho tiempo el valor de proporcionar válvulas de escape para el descontento público, a medida que monopolizaba gradualmente el poder y borraba las alternativas a su gobierno.

La historia de Twix es el ajuste perfecto para el tipo de narrativas que el gobierno de Rusia espera amplificar.