El rey Carlos III y la reina Camilla de Inglaterra han sido recibidos con una magnífica bienvenida en el Palacio de Versalles durante su visita de estado a Francia. La recepción incluyó un banquete de estado en el Salón de los Espejos y un intercambio de regalos en el Palacio del Elíseo. La visita, que tuvo que ser pospuesta debido a protestas violentas, ha sido descrita como 'vale la pena la espera' por parte del rey Carlos.

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La visita real de Carlos III y Camilla a Francia comenzó con una salida ventosa del avión que casi se lleva el sombrero de la reina y terminó en los lujosos confines del Palacio de Versalles, en la distinguida compañía de Mick Jagger y Hugh Grant.

En el camino, hubo la obligatoria plantación de un árbol, una ceremonia conmemorativa en el Arco de Triunfo que culminó con un espectacular desfile aéreo y un intercambio de regalos en el Palacio del Elíseo el miércoles por la noche.

El rey Carlos, de 74 años, y la reina Camilla, de 76, se sintieron 'enormemente conmovidos' por la 'magnífica bienvenida' que les brindaron el presidente francés Emmanuel Macron y su esposa Brigitte al llegar a París para su primera visita de estado a Francia seis meses después de que su visita original fuera cancelada debido a las protestas violentas.

Cuando Su Majestad se dirigió a los invitados reunidos en el Salón de los Espejos para un lujoso banquete de estado, afirmó que la visita, que fue pospuesta desde marzo, había 'vale la pena la espera'. El rey Carlos habló con cariño de su difunta madre, Isabel II, recordando sus propias visitas a Francia.

También mencionó el gesto 'profundamente conmovedor' que Macron hizo después de la muerte de su madre el año pasado, cuando la bandera de la Unión ondeó a media asta en el Palacio del Elíseo.

'Tus palabras, en ese momento, también significaron mucho para nosotros', le dijo Carlos al presidente.

'Dijiste que ella había tocado nuestros corazones, y fue ella quien tenía el mayor afecto por Francia, al igual que mi abuela, la reina Isabel, la Reina Madre.

La primera visita oficial de mis padres juntos fue a Francia en 1948, poco después de su boda.