Conoce la increíble historia de Gail Wise, la joven maestra de Chicago que se convirtió en la dueña del primer Ford Mustang vendido en el mundo, dos días antes de su lanzamiento oficial.

Imagen relacionada de la historia del primer ford mustang vendido en el mundo

Dos días antes del lanzamiento mundial del Ford Mustang, una de las leyendas más importantes del universo automotor, una joven maestra de Chicago ya tenía el suyo.

Había ido a un concesionario en busca de su primer auto y, sin imaginarlo, se encontró con la máxima apuesta de Ford de aquella época: el deportivo que nacía para revitalizar a la compañía y que desde sus primeros días estuvo signado por el éxito.

Gail Wise, una joven maestra de tercer grado de Chicago, aún vivía en con sus padres el 15 de abril de 1964. Compartía con ellos un Ford rojo y negro de 1957, pero su nuevo trabajo en los suburbios de la ciudad le empezaba a demandar mayor independencia para movilizarse.

Su madre, entonces, le prestó el dinero con el que aquel día salió en busca de su primer vehículo.

Gail Wise, la dueña del primer Ford Mustang.

En el concesionario Johnson Ford, Wise les pidió a los vendedores un convertible.

Pero como no había ninguno en el salón, la llevaron a ver dos autos que estaban cubiertos en la parte de atrás.

Se trataban de los primeros Mustang que habían llegado a la agencia para venderse tras la presentación oficial, planificada para el 17 de abril en el Salón Internacional de Nueva York.

Fue amor a primera vista el de Wise con uno de aquellos Mustangs ocultos: el convertible de color celeste (el otro era una coupé con techo duro). Lo compró inmediatamente a cambio de 3.447 dólares (2.890,17 euros) y se lo llevó a su casa con una advertencia previa: debía manejarlo a baja velocidad y no accionar la capota.

Comenzaba una relación eterna.

Gail Wise y una foto familiar con el Mustang.

(Prensa Ford)

"Le dije al vendedor que quería un convertible, pero no tenía en el piso principal y me llevó a un cuarto trasero en el que había dos Mustang.

Uno era de techo duro y ni se molestó en mostrármelo: sabía que el convertible era para mí", le contó en una entrevista la dueña del Mustang histórico a Detroit Free Press.

La historia del Mustang y su primera compradora

Ford había empezado a trabajar sobre el Mustang a principios de la década del 60 con el objetivo de volver a posicionarse ante la avanzada de los modelos europeos y la estrepitosa caída en las ventas de su modelo Thunderbid.

El responsable de llevar adelante el proyecto fue Lee Iacocca, por entonces vicepresidente de Ford Motor Company, quien interpretó aquella necesidad y pidió al equipo de diseño trabajar sobre un concepto de vehículo compacto, seductor y deportivo.

Gail Wise, la dueña del primer Ford Mustang.

El impacto que buscaba la compañía fue exactamente el que aquel primer Mustang generó en la maestra de Chicago.

"Era todo ultrasecreto y esto fue dos días antes del lanzamiento, pero sin embargo me vendieron el Mustang.


Recuerdo salir manejando desde el showroom mientras todos me pedían que baje la velocidad.

La gente estaba muy feliz y me daba su visto bueno por la compra, incluso la policía.

Yo quería seguir manejando, pero mi casa estaba solamente a cinco kilómetros de la concesionaria", recordó tiempo después Wise.

Gail Wise, la dueña del primer Ford Mustang.

Wise se casó dos años más tarde con su novio Tom Brown, un ingeniero eléctrico que sirvió en la Marina de los Estados Unidos, y formaron una familia.

El deportivo seductor se transformó entonces en el vehículo con el que transportaron durante años a sus cuatro hijos.

Hasta que un día dejó de funcionar y quedó confinado durante 27 años en un garaje.

En aquellos tiempos la maestra se planteó ponerlo a la venta, pero su marido se lo impidió: "Cuando me jubile, lo voy a restaurar", le dijo.

Y así fue.

Se retiró y comenzó a rastrear las piezas originales hasta que en 2013 logró finalizar una restauración integral del primer Mustang.

Gail Wise, la dueña del primer Ford Mustang.

Durante aquel proceso de restauración, mientras buscaba piezas por Internet, el esposo de Wise descubrió que otro usuario se adjudicaba haber comprado el primer Mustang, pero el 16 de abril.

Su esposa Gail, efectivamente, lo había adquirido un día antes.

Ante esto, los propietarios del Mustang histórico acudieron a Hagerty Classic Insurance, una firma experta en autos de colección, para constatar que ellos eran los verdaderos dueños del primer Mustang que se vendió en la historia.

El interior del Mustang de Gail Wise.

El otro propietario con el que la pareja se disputó la privilegiada posesión del primer Mustang fue un tal Stanley Tucker, un piloto de Eastern Provincial Airlines, que el 16 de abril se enamoró, al igual que Wise, pero horas más tarde, de un convertible blanco en St.

Johns (Terranova), a 3.500 kilómetros de Detroit.

Aquella era la unidad 001, una de preproducción de las 180 que Ford había fabricado en su factoría de Rouge, en Dearborn, para familiarizar a los obreros con el proceso del nuevo modelo.

Aun así, Tucker había logrado hacerse de aquel vehículo, también antes del lanzamiento oficial del 17 de abril de 1964.

Pero aquella es otra historia.

La de Wise, la oficial sobre el primer Mustang comercializado en el mundo, continúa hasta hoy.

Con más de 100.000 kilómetros recorridos, el primer pony car sigue en poder de la maestra de Chicago, original como el primer día tras la puntillosa restauración de Tom.

A Gail se la vio en los últimos años a bordo del impecable descapotable celeste en distintos eventos históricos de Mustang.

Amor eterno a la medida de un modelo legendario.