Una apicultora de Lively, en Ontario, se encuentra buscando respuestas después de que 1.2 millones de abejas murieran repentinamente en su granja. La situación ha levantado preocupaciones sobre el ambiente.

Imagen relacionada de apicultora busca respuestas muerte abejas

En un hecho que ha consternado a la comunidad apícola de Ontario, una apicultora de Lively, Dawn Lalonde de Mikkola Family Farm & Apiary, ha sido testigo de la muerte repentina de 1.2 millones de abejas en su propiedad.

Buscando respuestas, está recaudando fondos para enviar muestras de las abejas muertas a un laboratorio para pruebas adicionales.

Tanto ella como otros apicultores creen que esta repentina mortalidad es una señal de que algo está mal en el entorno.

Lalonde, quien lleva aproximadamente una década dedicada a la apicultura, nunca había experimentado una pérdida tan dramática.

A pesar de que las autoridades de Agricultura de Ontario habían declarado previamente que sus colmenas y abejas estaban sanas, la situación actual pone en tela de juicio este diagnóstico.

Sin signos de enfermedad o plagas, el repentino deceso de tantas abejas ha llevado a Lalonde a concluir que podría tratarse de la exposición a algún químico en el área.

La apicultora espera que los resultados de las pruebas identifiquen la fuente del problema y contribuyan a su eliminación.

Sorpresivamente, Doug Tompsett, otro apicultor de la localidad, ha expresado su preocupación por lo sucedido en la granja de Lalonde, describiendo las muertes como algo concentrado en su área.

Considera que este evento, dado su alcance, debería inquietar no solo a la provincia, sino también a niveles más amplios.

Ian Grant, presidente de la Asociación de Apicultores de Ontario, ha señalado que las tasas de mortalidad en las abejas han sido particularmente altas este año, sin que se pueda atribuir a un problema en particular.

Este tipo de situaciones ponen de manifiesto la importancia de la educación en la reducción de los químicos nocivos para las abejas y otras especies.

En definitiva, la muerte masiva de abejas en Ontario es una alerta sobre la interacción entre la actividad humana y el ecosistema, que pone en riesgo a estos importantes polinizadores.