El calentamiento global está afectando la vida y los hábitos de los chimpancés, quienes se ven obligados a cambiar su comportamiento para adaptarse a las altas temperaturas. Además, los granjeros del Atlántico están recibiendo pagos para preservar sus tierras.

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El aumento de las temperaturas está teniendo un impacto significativo en los chimpancés, obligándolos a realizar cambios en sus comportamientos habituales.

Expertos advierten que el cambio climático está forzando a estos primates a enfrentar sus miedos, incluyendo la aversión al agua.

A pesar de que algunas especies de chimpancés son hidrofóbicas, el calor extremo los está llevando a sumergirse en pozas de agua para refrescarse.

Aunque pueda parecer un cambio menor, esta adaptación tiene consecuencias en sus actividades diarias, impidiéndoles buscar alimento de la forma en que lo harían normalmente.

Adicionalmente, la deforestación y la disminución de hábitats naturales también representan una grave amenaza para estos animales.

Por otro lado, en un intento por preservar el medio ambiente y fomentar la conservación, los granjeros de Nuevo Brunswick están siendo incentivados a dejar partes de sus tierras sin cultivar.

Este programa, llamado Resilient Agricultural Landscape Program, proporcionará financiamiento tanto provincial como federal para recompensar a los granjeros que aumenten la resiliencia de sus tierras.


Este enfoque, que incluye la reducción de labores como la labranza y la protección de humedales y hábitats de polinizadores, busca proteger el medio ambiente y garantizar la fertilidad de la tierra.

A través de este programa, los granjeros tienen la oportunidad de recibir hasta 100 000 euros para gastos de conservación individuales, lo cual puede beneficiar tanto a la granja como al entorno en general.

En un comunicado, la Ministra de Agricultura de Nuevo Brunswick, Margaret Johnson, enfatizó la importancia de reconocer a los granjeros como guardianes de la tierra.

Se espera que este programa incentive a los granjeros a mejorar aún más su custodia medioambiental para beneficio de todos.

A medida que el programa se implementa en Nuevo Brunswick, se espera que los resultados positivos se traduzcan en una mayor protección de los entornos agrícolas y naturales en la región.