En Vancouver Island, científicos y las Primeras Naciones colaboran para regenerar los bosques de algas marinas tras un episodio de olas de calor y el cambio climático.

En las frías aguas del sonido de Barkley de la isla de Vancouver, los jardineros trabajan en el lecho marino.

Son científicos de la Universidad de Victoria (UVic) que intentan hacer crecer los bosques de algas marinas, una parte crucial del hábitat marino, ante las amenazas de las olas de calor, el cambio climático y los voraces erizos de mar.

Julia Baum, profesora de ecología marina y cambio global de la UVic, ha estado estudiando datos desde hace décadas sobre los majestuosos bosques submarinos de Columbia Británica, que proporcionan alimentos y recursos para peces y otros organismos costeros.

Baum mencionó que una "ola de calor marina muy prolongada entre 2014 y 2016" tuvo un gran impacto en el noreste del océano Pacífico.

Este episodio provocó la desaparición de los bosques de algas marinas, especialmente de las algas bull kelp y giant kelp, las dos principales especies de algas marinas encontradas en hábitats marinos costeros de Canadá. Esta situación generó un proyecto de cuatro años sobre la restauración de los bosques de algas marinas, financiado con 3,16 millones de euros por parte de Pesca y Océanos Canadá. El proyecto se encuentra actualmente en su segundo año, con investigadores colaborando con las Primeras Naciones para cultivar algas en viveros en las aguas de Barkley Sound, frente a Bamfield, Columbia Británica.

La restauración de bosques de algas marinas es un trabajo desafiante, en el que los buzos deben plantar las algas, monitorear su crecimiento y medir su resistencia en diferentes condiciones.

Los colaboradores incluyen a las Primeras Naciones Huu-aye-aht y otras Primeras Naciones, la Sociedad de Ciencias Marinas de las Universidades del Oeste de Canadá, la Fundación del Salmón del Pacífico, Genome BC, el Instituto Hakai, West Coast Kelp y otros grupos.

Connie Crocker, la enlace de las Primeras Naciones del proyecto, ha estado construyendo relaciones entre los científicos y las Primeras Naciones para aplicar el conocimiento y la experiencia indígena al proyecto de restauración de algas.

El proyecto es urgente y Baum siente la necesidad de proteger los bosques de algas marinas.

Ella espera que puedan progresar y marcar la diferencia para los ecosistemas de los bosques de algas marinas en la costa.

La restauración de estos ecosistemas, clave en la lucha contra el cambio climático y la preservación de la biodiversidad marina, es una tarea fundamental para el futuro de Columbia Británica y la vida marina en la región.