Los humedales del norte llamados turberas son importantes almacenes de carbono, pero también son más propensos a quemarse en incendios forestales debido al cambio climático.

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Los humedales del norte llamados turberas son importantes almacenes de carbono, pero también son más propensos a quemarse en incendios forestales debido al cambio climático.

Estas turberas cubren más de 350,000 kilómetros cuadrados en las tierras bajas de Hudson y James Bay en el norte de Ontario.

En los últimos años, Sam Hunter ha notado una diferencia en los humedales que rodean su comunidad en el norte de Ontario.

Recuerda que hace dos años encendieron un fuego mientras pescaban sobre la nieve y se dieron cuenta de que tuvieron que echar agua sobre ese fuego.

Aunque era invierno y había mucha nieve, el fuego seguía ardieno dos días después.

Sam Hunter, quien pertenece a la comunidad Cree de Peawanuck, ha visto cómo el cambio climático afecta al entorno local.

A medida que el clima se calienta, las turberas se secan lo suficiente como para que los incendios forestales tomen fuerza.

Cuando arden en verano, lo hacen hasta reducirse a cenizas.

Debido a que las turberas contienen tanta materia vegetal, son grandes almacenes de carbono, es decir, absorben más carbono de la atmósfera del que liberan.

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, las turberas son el mayor almacén terrestre de carbono natural del mundo.

Sarah Finkelstein, profesora del departamento de ciencias de la tierra de la Universidad de Toronto, trabaja en estrecha colaboración con comunidades indígenas del extremo norte de Ontario para comprender mejor las turberas.

Finkelstein llama a Canadá una 'superpotencia turbera' debido a que estos humedales únicos cubren más de 1 millón de kilómetros cuadrados del territorio canadiense.

Son una parte muy importante de nuestro paisaje y de la historia de nuestro paisaje, afirma Finkelstein.

A medida que el clima cambió después de la última era de hielo, hace más de 10,000 años, las turberas también cambiaron.

Estudiando núcleos de barro, los científicos pueden entender más sobre la historia de estos ecosistemas y sus cambios a lo largo del tiempo.

Los incendios en las turberas solían ser algo natural antes de que los humanos comenzaran a quemar combustibles fósiles, pero eran eventos únicos en un siglo.

Sin embargo, en los últimos años, el número y la intensidad de los incendios forestales en las turberas ha aumentado de manera inusual.

A pesar de ello, Finkelstein dice que las turberas son ecosistemas resistentes y que la mayoría de ellas en Ontario siguen intactas, especialmente en las tierras bajas de Hudson y James Bay.

Sin embargo, para que este importante almacén de carbono se mantenga intacto, es necesario protegerlo de la explotación y el drenaje.

El cambio climático representa una amenaza para las turberas, pero también brinda la oportunidad de tomar medidas para su conservación y preservación.