El debate entre la tecnología y los humanos en la detección de incendios forestales sigue siendo relevante en Canadá.

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La tecnología avanza a pasos agigantados y, en el caso de los incendios forestales, no es la excepción.

Con avances como drones y inteligencia artificial (IA), se plantea la posibilidad de eliminar el riesgo y costo de tener humanos en torres de vigilancia.

Sin embargo, voces como la de Trina Moyles argumentan que la tecnología no puede reemplazar completamente a los vigilantes humanos, y que el enfoque en la tecnología significa que no están recibiendo el apoyo que necesitan.

Moyles, quien ha trabajado durante siete temporadas como vigilante de incendios en Peace River, Alberta, ha presenciado algunas de las peores temporadas de incendios forestales en Canadá. Según ella, es especialmente estresante cuando las comunidades están amenazadas por los incendios y se puede ver claramente cómo avanza la pared de fuego.

A pesar de la utilidad de la tecnología, Moyles cree que existen temores entre los vigilantes de que sus trabajos no estén siendo valorados como deberían.

El año pasado fue la peor temporada de incendios forestales en Canadá. Ante esta crisis, el gobierno federal anunció un financiamiento adicional de 800.000 euros este mes para entrenar y contratar bomberos, tanto para brigadas regulares como para combatir incendios forestales.

Mientras tanto, provincias como Alberta y New Brunswick han estado trabajando en colaboración con la Agencia Espacial Canadiense para implementar nuevas tecnologías, como un satélite dedicado al monitoreo de incendios.


A pesar de los avances tecnológicos, la labor de los vigilantes humanos sigue siendo fundamental para la detección temprana de incendios.

Según datos de los últimos años, los vigilantes han detectado alrededor del 30% de los incendios en Alberta, superando a patrullas terrestres y aéreas.

La capacidad de detectar incendios cuando solo tienen 0.01 hectáreas de tamaño es fundamental para una respuesta efectiva a los incendios.

Si bien la tecnología como drones y sensores pueden ofrecer una alternativa a los vigilantes humanos, aún existen desafíos que limitan su eficacia.

La duración de la batería, la detección nocturna y la falta de una inteligencia artificial avanzada son solo algunas de las limitaciones que enfrentan.

A pesar de esto, el desarrollo tecnológico avanza a un ritmo acelerado, lo que podría eventualmente superar las capacidades humanas en la detección y gestión de incendios forestales.

En última instancia, mientras la tecnología juega un papel crucial en la detección de incendios forestales, Moyles destaca que son las personas las que toman las decisiones sobre cómo utilizar esa tecnología.

Por lo tanto, es fundamental seguir invirtiendo en el personal y los recursos humanos necesarios para mantener a salvo nuestras comunidades frente a la amenaza de los incendios forestales.