El presidente francés Emmanuel Macron dará un discurso televisado a la nación después de que los diputados franceses dieran su aprobación final a un controvertido proyecto de ley que endurece las reglas para los inmigrantes, lo que le da a Macron una victoria política, pero que podría causarle una crisis política.

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El presidente francés Emmanuel Macron dará un discurso televisado a la nación después de que los diputados franceses dieran su aprobación final a un controvertido proyecto de ley que endurece las reglas para los inmigrantes, lo que le da a Macron una victoria política, pero que podría causarle una crisis política.

La junta - un compromiso alcanzado entre el partido de Macron y la oposición conservadora - ilustra el desplazamiento hacia la derecha en la política en gran parte de Europa, a medida que los gobiernos tratan de frenar el ascenso de la extrema derecha siendo más duros con la inmigración.

Las reglas más estrictas han causado malestar entre algunos de los diputados más inclinados a la izquierda de Macron, con los medios de comunicación franceses especulando sobre ministros amenazando con renunciar.

El diario Le Figaro informó que el ministro de Salud, Aurelien Rousseau, había presentado su renuncia al primer ministro, Elisabeth Borne, por el proyecto de ley.

No hubo confirmación inmediata ni respuesta de Borne.

"Hoy son necesarias medidas estrictas", dijo el ministro del Interior, Gérald Darmanin, después de la votación en la cámara baja.


"No es manteniendo tu nariz en el centro de París que puedes solucionar los problemas de los franceses en el resto del país".

El ministro expresó alivio de que el proyecto de ley fuera aprobado con los votos de su coalición centrista y de los conservadores, sin depender del respaldo sorpresa de los diputados de extrema derecha, cuyo apoyo había causado vergüenza en el campo presidencial.

El gobierno francés había dicho inicialmente que esta sería una legislación de zanahoria y palo que facilitaría a los migrantes que trabajan en sectores que carecen de mano de obra obtener un permiso de residencia, pero también facilitaría la expulsión de los migrantes ilegales.

Sin embargo, para contar con el apoyo de la derecha, el gobierno aceptó suavizar las medidas de permiso de residencia, mientras se retrasa el acceso de los migrantes a los beneficios sociales, incluidos los beneficios para niños y las asignaciones de vivienda, durante varios años.